3.12.08

Primer día de clases

Son sólo unas cuantas gotas
las que cayeron de sus dedos.
Son unas cuantas más
las que cayeron de los tuyos.

Y da igual.
Van siendo cada una la lluvia
que no hace mal en el verano,
cuando se asfixian las flores
y se calcinan los caracoles.

Gracias que sólo quema.
Gracias que puedo correr a la sombra.
Perdona la cobardía, pero es la ligereza
de las estaciones impares.

Que hoy escucho lo que hablas
y mañana lo olvido,
perdona pero te pedí que asomes tu cara
no tu lengua.

Que puedo respirar mejor bajo el agua
que de tu suspiro,
perdona pero ya cargo más mochilas.

Quizá la tuya ande llena,
pero aquí solo necesitas un lápiz.
Quizá te rompas la espalda con tus navajas, palas y carpas,
pero para esta estadía solo necesitas un trazo
sobre mi única hoja en blanco.

2.12.08

Para t(m)i

Eres un maldito miedoso
y le tienes miedo a tener miedo
y te abrazas a tu almohada
para no tener que abrazar nada más.

Escribes esto para escaparte
de ti mismo y lo escribes en segunda persona
para creer que has logrado entender
que estas en un problema.

Te gritas a ti mismo como si fueras a escucharte.
Te tienes todo el día al lado y aun no te ves.
Te tienes todo el día de lado y ya no te ves.

Esperas que vengan a alzarte y lo hacen.
Esperas y es lo único que sabes hacer bien.

Incluso esto que necesita ser acabado
no será acabado por esperar

18.11.08

No one superstar I

Si aun podemos ser amigos
te invito a que comas un plato
de esos que cociné cuando tenias buen humor.

Si te olvidaste que también podías sonreír
abre un par de álbumes de esos que ya no existen
para que veas que algún día fuiste feliz.

Si crees que puedes obviar que te pica la espalda
guárdate esa picazón para el final de otra historia
que esta acabó y no me molesta.

Si me ves salir por la puerta a buscar lo que nunca tuviste
prende la tele y coge tu helado,
que mientras te suicidas con tu paranoia
yo duermo escuchando el último CD descargado.

Si sientes que gaste mi tiempo escribiéndote
yo siento que invertiste tu tiempo leyéndome.
Por lo menos ahora sabes que pienso en ti.
Que pienso mal, pero al menos pienso.
De eso se trata la fama.

22.10.08

De noche

Con un cigarro olvidarme
que te gusta la lluvia,
que caminas sin destino,
que camino sin destino bajo la lluvia.

Con la cara mojada olvidarme
que ya no hay humo en tu boca,
que tus indecisiones las respira otro,
que te veo solo por casualidades.

Del lado del azar
encontrarme contigo y olvidarme,
que el sabor que se queda en mi lengua,
después de un buen trago
ya no sabe a ti.

Con algo de embriaguez encontrar
en la siguiente canción una letra
que no coincide con ninguna en tu nombre
y que termina con un acorde
que nunca has escuchado.

22.9.08

En blanco

Que difícil cruzarme
con los lugares, las canciones,
las horas, las cosas y los amigos
que no son nada más que tú.

Que difícil no cruzarme
ni con nadie ni con nada
y más difícil mantenerme en blanco.

Trataré de rellenar cada rincón de la hoja
para no dejarle espacio a mi cabeza
y sobre todo que lo real sea la realidad.

Mucha agua y pocos vasos

Mucha agua y pocos vasos,
que no me dejan servir
mientras mueres de sed.

Mucha agua y pocos vasos,
que se estanca y se pudre
si siquiera no la revuelves.

Mucha agua y pocos vasos
que se secan por lo vacíos
y se quiebran mientras esperan una gota,
pero no de las que caen
de tus ojos.

31.8.08

Rellenar en caso de emergencia

De aquí










a aquí
se escribió
todo lo que olvidé.

27.8.08

El corcho más mojado

Así como encontré las pequeñas piedras sobre tu pecho
creo que podré ir más adentro y encontrarte por algún lado.

Si necesito alcohol para sacar agua de tu superficie
necesitaré un poco más para mí, para poder tomarla.

Si quiero te espero despierto y sobrio,
pero mi insomnio le quita toda la valentía al tiempo.

Mejor te espero ebrio y en cama,
hasta que me despiertes y me invites otro trago.

Mejor invierto esas horas en soñar con impaciencia,
a ver si te apareces por la calle, por las horas vacías.

Y si digo que necesito oler el vapor
que se destila de tus hombros
deberás entender que la próxima copa
la pagas tú.

19.8.08

El clic sólo dura lo que dura

Las fotos están bien
para mirar hacia delante.

Las fotos están bien
para crear lo que mi memoria
no podría recordar.

Las fotos están bien
para encontrarle el lado más bonito a tu cara.

Las fotos están bien
para engañarme y creer
que la realidad es una película de acción.

Las fotos están bien
de banco para llegar a la ventana
que esconde mi pasado.

Pero nunca estarán bien
si cobran vida propia,
si terminan comiéndose
el antes y el después del clic.

18.8.08

Plato especial

Corre.
Vaya pedazo que robaste.
Y cada vez que estas solo
te lo llevas todo.

Cuando te acompañan muchos más
poco importa lo que dejas.
Corre cada vez que la tierra
sienta sólo tus pasos.

Carga con todo lo que puedas,
porque todos los días cae nieve
y necesitas provisiones.

Nadie ve qué llevas.
Nadie ve.
Nadie.

Y gracias a ti
que en cada desierto
rescatas al universo
del olvido.

8.8.08

Olimpiadas

Amanecí con todas las ganas de tomarme un vaso
del tamaño de un estadio
relleno con las cabezas de cada uno
de los que gritaban hace media hora.

El desayuno me aguarda vacío
y prefiero esperar almorzar
para que se me pase el amargo de la sangre.

Se que no sucederá,
que no aparecerá la sensación de los pómulos hinchados,
de los ojos que no se abren
de la piel más suave durante el día
y de las paredes azules.

Y durante la noche todos estarán con una cruz en la frente
con los ojos marchitos y la cara opaca.
Ellos no lo sabrán.
Ellos beberán y mañana tomaran dos pastillas.
Yo necesitare mil.

Al otro lado del mundo un turbante apreta un botón
y me sirve mi desayuno.
Es el estruendo enorme,
pero ya tengo mis cabezas
y mis pastillas.

Caja de lanas

De entre tus lanas enredadas
te arrancaré los nudos que tejes
alrededor de tu pecho resfriado.

Si los palitos los olvidaste en mi cama
los encuentras luego en tus dedos,
si los pierdes por la calle
los encuentras nuevamente al lado de tu té.

Pero prefiero tocar tu timbre,
que pase el terremoto por tu puerta,
que luego me abras, me recibas
y me abras y luego yo.

La taza vacía se rompe y todo se moja,
tu también, yo también

Y el siguiente día toca hacer la chompa
que te habías prometido.
Culpa de tu madre por no enseñarte a cuidarte
de esos virus de invierno
que viven de calores ajenos.

Con los palitos, con la madeja
con tus dedos, con mi pelo,
teje lo que puedas alrededor tuyo.

Terminaras con el último punto
que atravesó tu familia,
hasta llegar a tus manos
que solo sirven para abrigar
a otros.

31.7.08

Tres minutos para siempre

Parece que la sequedad de mis labios
es la humedad necesaria
para que mis dedos puedan dar vuelta a la página.

Y también la falta de soledad.
Y también la falta de faltas.

Ya no hay más pulmones llenos
que puedan derrumbar casitas de animales.

Las casitas se caen de pena,
se caen de tanto cimiento,
se caen de tanto caerse
en los sueños de los niños.

Y ya no habrá cantantes
que elogien su tristeza
si con la cabeza bajo tierra
nadie los escucha.

Ya llorar no llena los bolsillos,
sólo los cementerios y los cafés.

Por fin los poetas muertos murieron
ahogados en sus tazas
y nacen los vivos que no vivirán
mas que en bares y velorios
y sin mucho esfuerzo pasamos de la par a la impar.

11.7.08

140 dB

Eres el óxido que me queda en las manos
después de estirar las cuerdas
y romperme el cuello.

Y quedo despeinado y sucio,
frente a frente con la mentira de la oscuridad.
Solo y doce compases después solo.

Eres la piel que se desprende de mis dedos,
después de dos horas de suicidio.

Y te encuentro escondida
en el silencio de negra,
que se escapó de la pista
a quién sabe dónde.

Eres mi frente arrugada
que se enrojece
con más de dos ojos cerca.

Y acabo con tus dos últimos acordes menores
que hoy suenan a sol,
del grande.

25.6.08

Serie

Tus risas ahogadas,
los parques que aún no llegan,
las manos frías
y todo lo que no sé que vendrá
han hecho de estas líneas, curvas.

La espera de que te dé algo de sueño,
que estires tu brazo y llegue a mí
y que de casualidad te quedes en mis ojos
y te borres de las fotos.

Los domingos que descansan
aburridos de no pasar,
aburridos de hacer cola.

Los sábados que se olvidaron de ti,
que te olvidaste de ti,
que sólo quedan en el julio que viene
y se acaban en septiembre.

Y son los días, los meses, los segundos,
las plantas, las personas, la garúa y la música
que acaban con final feliz
y el vecino del frente que acaba
de ver el final del primer capítulo
y deja la TV prendida.

19.6.08

Cóbrese dos

Mientras voy extrañando
se van cultivando los frutos
de nuestra ausencia.

Mientras se me va yendo la luz
el otro lado del mundo esta a mediodía
y la tierra se va quebrando.

Mientras vas por tu línea recta
partes el camino entre
tu más acá y mi más allá.

Mientras repites la semana
yo renuevo tu agenda
forrada de periódicos
y rellena de nada.

Por fin puedo apagar
los estéreos a todo volumen
que no dejan escucharnos,
que le roban los decibeles a tu vida
y que no hacen nada contra tu ida.

Papel

Si la ciencia encuentra su paso hacia delante
la poesía lo encuentra hacia atrás.
Si los bits ponen más clara la mañana,
yo prefiero los jeroglíficos de la noche,
las dudas de todo el día,
los miedos a cada vuelta del reloj.

Y no es un afán destructivo,
sólo la búsqueda del gran basurero
en donde quedó olvidada la joya más brillante
que busca la oscuridad para que no la encuentren.

Ya no resbalan mis dedos sobre el plástico
y ya no me espantan las curvas del papel.
Me queda sólo seguir quemando árboles
Y dejar el fuego en sus copas, lejos de la mía.

18.6.08

Veinte años de cárcel

Que te robes mis palabras,
el agujero en mi cara,
mis arenas sobre el escritorio,
mi mirada sobre cada arena,
mis manos que parpadean,
mis pupilas que se cierran,
mi aburrimiento que me quita el tiempo,
mi miedo a volver a no verte,
mi sueño a dos tiempos
y mi corriente eléctrica,
te hace estar en el deber de andar por mi alfombra
sin hacer ruido, sin despertarme y sin dejar tu rastro.

La mañana siguiente
no quiero ser quien recoja tus desperdicios,
no quiero usar la colonia barata
para desaparecer tu olor de mi nariz.

Quiero borrar tus fotos de mi pantalla,
quiero borrar mi pantalla de mi cabeza
quiero borrar mi cabeza de mí.

Quizá de la cabeza sólo los ojos,
y quizá de los ojos sólo tú
y quizá de ti, sólo que no estés.

7.6.08

Él vino, el vino

Entre varias copas robadas
y una mirada cercana
te encuentro en la punta
del órgano más vital.

Con vino y con carnes,
con carnes y vino,
viniste y aquí yo
para quedarme fastidiando.

Tan sólo como el soplo pequeño
que con todo el miedo a la tierra
me cae desde encima,
igual siento el rojo en mi cara.

Igual se me caen los brazos
de solo poder estirarlos
para decirte que estoy,
pero aun no puedes verme.

Ya no hay más despedidas de fiesta
que podamos concertar,
si sigo esperando celebrar,
si sigo esperando llegar,
si sigo esperando a que esperes algo de mi
y sobre todo de ti.

6.6.08

V y H

Ni buscando en la farmacia,
ni pagando un abogado,
ni tomando las pastillas,
ni limando los barrotes.

Te acercas a la cortina
y te fijas en quién esta tirado
sobre esa camilla de juguete
y te das cuenta que sus ojos
pueden verte.

No son bolitas de plástico,
pero tampoco son como tú crees.
Los tuyos brillan transparentes,
los suyos sólo queman.

Este enfermo quiere parecer sano,
pero su enfermedad consiste en eso.
El muerto debe parecer muerto.
Qué más terror que un cadáver simpático.

Y cuántos cantan con los ojos cerrados,
que padecen y que los médicos se han ido,
pero aun seguirán estorbando.

Y después de que esperaste a ver los síntomas
con una sonrisa desconectas uno a uno
los cables que lo mantienen junto a la única fe
que bajo su camisa de seda guardaba.

Eres ahora la única en el cuarto.
Eres ahora la única en el velorio.
Eres ahora la única junto a él.
Eres ahora la única.

Y ahora entiendes
que lo único que murió
fue la vergüenza.

22.5.08

Primer día de vida

Hagamos algo:
tú escribe y yo luego lo leo.
Hagamos esto mejor:
tú corre y yo disparo.

Corre, que se chorrea el tiempo,
se detienen las balas,
se consume la vida,
se acaban las palabras.

Ahora sientes que tus piernas
no son más piernas.
Son ahora tu vida y tu vida
es ahora todo lo que te sobra.

¿Qué harás ahora?
Te ahorcaras con la corbata de tu papá,
colgado del fierro, ese donde haces barras.
Y tus gorditos brazos ahora te salvarán
de la recién estrenada valentía.

Ahora son tus extremidades favoritas,
colgadas encima de tu cabecera,
como la cabeza del reno que despedazaste
con tu Rémington.

¿Y cómo es ahora?
Tu retiro estaba planeado
para el trimestre anterior,
pero al parecer aun andas en labores.

Bueno, ahora te dejo sólo.
Coge tu lapicero, apuntalo a tu cabeza
y sigue con esas firmas, que tantas te faltan.
Presiona, dispara. Corre, yo leo.

18.5.08

TNT

No es que quiera cogerte de las manos,
ni tampoco con las manos de lado,
es sólo que no sé como se hace
para decir eso que cuando se dice
ya no merece estar en el aire.

Y me enredo tal como tú haces
con mi cabeza, con mis pelos,
de esos que crecen hacia dentro
y que tú despeinas y malpeinas.

Y has encontrado aquí algo olvidado,
que creí haberlo perdido en el camino
sin haber revisado el bolsillo trasero.

Entre tierra y piedras se iba a buen paso,
pero has accidentado con tus quejidos
mis primeros pasos hacia la nada.

Y ya no es más camino de nada,
sino el más peligroso de todos.
Ni con machete, ni con balas
podré enfrentar tus ataques
que aún no conoces.

Tan injusto seré que no sabrás
de todo aquello que es tuyo
y que ya le perdí el rastro.

A falta de interés estarás alejada
y yo con todo tu botín me haré cargo
de administrarte bajas dosis
de los escombros que dejas tirados
en la habitación del frente,
en donde siempre se olvidan de cerrar la puerta.

15.5.08

Reencuentro

Qué casualidad encontrarnos otra vez.
Tú con esa nueva prenda,
yo con las narices mojadas de tanto no llorar.

Y recuerdo que también era de noche
cuando posé mis dedos sobre ti
y tú me diste un limón, el último
y no cayó al vaso más que una pepa.

No olvidé, sino que me olvidé.
No de ti, no de nadie, sólo de mi.
No era necesario dejarte, pero sino
hoy seguiría persiguiendo mi cola,
haciendo camino sobre mi ingravidez.

Y aunque no te extrañé o sin notarlo
pasé por alto que de un día para otro
dejaste de lanzar piedritas a mi puerta,
hoy toco todo ese vacío de inicio a fin,
le doy vueltas y agradezco que nada puedo encontrar
y por fin a mi, o lo que queda.

En una escalera te vi y así llegamos acá,
pero fue un poco de egoísmo que deberé reconocer.
Estabas transparente y vi tu relleno, con la barriga inflada,
a punto de explotar, tu barriga, mi cabeza.

Y tu indigestión importa cada vez menos.
Mi consideración la puedes recoger del tacho
y ya no te podrás ir, por más maltrato y abuso.

Así es cuando se trabaja para las manos
que todo lo tocan y nada conocen
y duermen y husmean lo poco que ven.
Al fin te encontré y al fin es tu fin,
ese que dura por siempre.

3.3.08

El foco

Este desperdicio que aparece
sólo cuando nadie lo llama,
sólo cuando no hay más boca abierta
que para arrojar y no palabras.

Esta cena formal de cada día
será la última, antes de cambiarla
por un par de tragos y luces apagadas.

Este foco que se calienta,
que se apaga y que se incendia
es desde la fecha indicada en su caja
mi nueva compañía.

Mis pelos desordenados bajo su calor
desde que salio de la fábrica, sin embargo
recién hoy a mi lado, roto y frío.

No sé como le soplas a mis dedos
y no con aire, sino con viento.
No sé como llegan desenvueltas
todas las palabras que no se combinar,
pero que como soldados se alinean.

Será que de día las nauseas son
por tanta hipocresía en la mesa
y de noche sólo queda olvidar en soledad,
arrojar hasta la última palabra
y con suerte una corta resaca.

11.2.08

Como un poema que no cuesta escribir

Como una ducha caliente en julio
Como la lluvia ligera de Lima
Como los pómulos calientes después del llanto
Como el señor olvidadizo en la cola del supermercado
Como los cinco minutos más antes de levantarse
Como mi propio winamp después de una fiesta pachanguera
Como la buena película que no duró mucho
Como el último bocado un minuto antes de dormir
Como el pelo que sin mucho esfuerzo queda suave
Como las cuerdas recien puestas en la guitarra
Como el sostén que se trasluce a través de la ropa
Como mis pies sobre la arena por la tarde
Como el postre que hizo mi prima hace ocho años
Como los últimos quince minutos de un vuelo
Como ver Amarcord por cinco soles
Como el 11 de septiembre del 2001
Como mi pisco sour
Como el cuero de las congas bajo mi mano
Como las aves cantando en la madrugada
Como una niña de la mitad de mi tamaño me enseñe algo
Como Charles Mingus
Como la cola de un gato
Como un poema sin destinatario
Como un poema que no parece poema
Como un poema que no cuesta escribir
Porque así no eres tu, porque no existes.

26.1.08

Viajes

De eso que dicen se lleva en el pecho
me queda poco más que el peso
de lo que el ave deja entre cada partida.

Un pequeño nido que dicen que crece
entre las ramas de sangre
y que con timidez bombea hacia el norte,
terminó cayendo, volviendo a ser el hogar
que trajes naranjas barren por la mañana.

Cuando la pluma abandona el ala,
cuando el vuelo olvida la estela,
cuando la promesa es menor que el aire
que con desdén expiro, me queda por decir
que está ya aquí la despedida del interminable
hasta la próxima.

Cuando la sed me devuelve la fe,
rezo, no lloro…y tampoco me lloran.
Es este el momento de clausurar
la última salida de emergencia,
que ante la catástrofe nunca llegada
ha de abrirse.

Poca lluvia y muchos paraguas;
a estas alturas queda poca energía
para abrirlos, para mojarlos, para secarlos.
Será mejor mudarse al Sahara o
esperar el novísimo paraguas de plumas.

13.1.08

Libróvoro

Pero se acabó.
Aquella gracia que llevabas bajo los brazos,
la dejaste en la mesita olvidada,
como si los dos hubiéramos acordado
deshacernos de algo ese día.

No es necesario decir
que junto a ti dejé entre los estantes
ese libro que no quise leer mucho,
pero que hojeé a cada minuto.

No es que no me interesara,
pero ciertamente su olor a flora cadavérica,
su color de hoja otoñal y su textura de piel anciana,
era excitante, quizá más que las primeras palabras
que en el primer préstamo leí.

No decían mucho, pero su conjunto,
su peso sobre el papel, su tipografía anticuada,
eran como un soplo sobre la última vela
el viernes a las once de la noche.

Sin duda la edición de bolsillo
con un grosor tan espeso, antipático
no entraba, efectivamente, en mi bolsillo.

No llevar el espécimen completo hubiera sido
como un diamante en mano de un pobre.

Sin embargo la tapa se mantuvo, siempre, quieta.

No podría arrepentirme, pero aquella gracia se acabó.
La tapa era la mejor parte. Dura, vieja, bella.
Lo era.

El libro quiso hablar, pero nadie escucha a las letras.
El libro quiso leerse, pero nadie quiere escuchar un libro.

Quizá nunca lo hubiera cogido
en la biblioteca gigantesca
si su lomo rojo entre los marrones infinitos
no me hubiera besado los ojos.

Ojalá fuera el azar más generoso
y alineara un lomo feo
con unas vísceras hermosas
en una carnicería pauperrima.

Crítica a la razón impura

Frente a cada una de esas páginas
un par de ojos que suspiran.
Detrás de ellas un poeta que llora cada palabra,
mientras deja huérfano a su pequeño.

La pepa de la niña partida en dos
y el lobo le recita un pegamento
con garantía de por vida.

No es tanta la mentira de quien
frente al papel exagera la anécdota
que no vivió.

Aún así, animal feroz.

Frente a cada una de esas páginas
un par de ojos que naufragan.
Detrás de ellas un poeta que se olvida,
mientras pare un fantasma.

La vieja nada brilla hoy
más que el Sol de Mercurio.
Qué seguridad, qué confianza.

No es tanta la mentira de quien
el papel rellena de blancos.
Que no hay poema más honesto,
que el escrito con silencios.

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