22.5.08

Primer día de vida

Hagamos algo:
tú escribe y yo luego lo leo.
Hagamos esto mejor:
tú corre y yo disparo.

Corre, que se chorrea el tiempo,
se detienen las balas,
se consume la vida,
se acaban las palabras.

Ahora sientes que tus piernas
no son más piernas.
Son ahora tu vida y tu vida
es ahora todo lo que te sobra.

¿Qué harás ahora?
Te ahorcaras con la corbata de tu papá,
colgado del fierro, ese donde haces barras.
Y tus gorditos brazos ahora te salvarán
de la recién estrenada valentía.

Ahora son tus extremidades favoritas,
colgadas encima de tu cabecera,
como la cabeza del reno que despedazaste
con tu Rémington.

¿Y cómo es ahora?
Tu retiro estaba planeado
para el trimestre anterior,
pero al parecer aun andas en labores.

Bueno, ahora te dejo sólo.
Coge tu lapicero, apuntalo a tu cabeza
y sigue con esas firmas, que tantas te faltan.
Presiona, dispara. Corre, yo leo.

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