11.10.07

La segunda es la vencida

Que se vive dos veces
se suma a la dicha
de los que morir es de todos los días.

Para quienes ya se cansaron
de comenzar todo de nuevo
cada vez, el sueño se presenta
como un seguro de vida,
que promete una precaria,
pero certera inexistencia.

Que se incrusten mentiras, poco importa.
La compañía asegura la angustia al mínimo.
De inicio a fin ‘irrealidad’ como marca de agua.
Abiertos o cerrados, da lo mismo, los ojos ya no ven.

Cada uno es el tablero vacío
que arrastra la partida anterior.

Pero clausula oculta, advierte peligro.
Abuso de sustancias penado con ficción,
ya no aquella contrastable, sino perpetua.

Todo y nada suman cero.
Cero y la vida se volatiliza.

Solo queda un cuerpo, igual, maleable.
Se fueron aquellas dudas que mantenían un vago flujo.
Solo queda empalmar lo que se desvanece
con lo desvanecido y buscar en que lugar
la muerte encaja.

No hay comentarios:

.