Esto lo cante tres mil veces,
frente a otro espejo, frente a otro marco
y ahora siento de nuevo el vacío que deja
cada foto innecesaria.
Quiero un poco de oscuridad
y una vela en mi cabeza,
para encontrar por ahí tirados
los sellos de tu cara.
Quiero un poco de soledad
y el recuerdo de tu olor
para inventarte aunque sea
media vez.
Ya se acabaron las pilas,
se ahogaron las cámaras
y se apagaron las luces.
Me quedo con la pupila
dilatada al ancho de tu figura
y con los destellos que sólo salen
después del adiós.
15.3.09
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